Clonation

EL DUDOSO CRUCE DE LOS ANDES.

      Siempre me quede pensando en lo que Juan Pablo me había dicho ese 25 de septiembre después de la clase de historia. El sin dudarlo, me dijo que San Martín nunca había cruzado los Andes, que era solo un mito. Para que me iba a mentir? Juan Pablo era muy extraño, siempre saltaba con esas cosas raras, pero que ami me hacían dudar mucho.
Baje al sótano donde mi papa, gran trabajador de la NASA, guarda sus maquinas. Como no lo encontré, empecé a hurgar sus cosas, Fue así, cuando encontré una gran maquina con muchísimas inscripciones en ella. Empecé a leer y fue cuando descubrí lo que era. Una maquina del tiempo. La idea de volver al año 1817 en el que San Martín supuestamente cruzo Los Andes era muy atractiva. Seguí las instrucciones tal como la maquina decía, complete con la fecha ala que quería llegar y de repente una luz impactante me alumbro. Eso es todo lo que me acuerdo hasta que desperté.
Cuando desperté, hacia frío y me sentía rara, pesada y muy agotada. Mire hacia abajo y me vi cuatro patas con sus respectivas herraduras.¿Cuatro patas? me pregunte,¿Herraduras? Fue cuando me di cuenta que la maquina no solo me llevo al lugar que quería, sino que me convirtió en un personaje del momento. Era una mula. Mire hacia arriba y vi a alguien que me sonaba muy conocido. Mire de nuevo, no era nada mas ni nada menos que Bernardo O’higgins. En ese momento empecé a escuchar la charla que tenían los soldados.
Para alimentarse habían llevado un plato regional llamado valdiviano. Transportaron más de 40 toneladas de charqui, galletas de maíz, vino, aguardiente ajo y cebolla, entre otras cosas. Para que habían llevado todo eso si supuestamente era un mito lo del cruce? Seguí escuchando y me sorprendí al oír todo el sacrificio que generaba cruzar los andes y como estos brillantes hombres se atrevían hacerlo.
Cuando comenzamos a cruzar el frío comenzó afectarme cada vez más. ¿Qué otra prueba necesitaba para saber que el cruce de los...