Breve Historia Vestuario Infantil.

Antigüedad (Siglo XVII – XVIII)

Por siglos las niñas fueron vestidas como una versión pequeña de sus madres. El vestir a las niñas como adultos en miniatura continúo hasta principios del siglo XVIII. Cuadros y pinturas suelen mostrar a las niñas con elaboradas prendas de seda, polleras con miriñaques y múltiples enaguas.

La seda era el textil que utilizaban las familias más ricas, para mostrar su poder a través del vestuario. Por consecuencia, los niños estaban vestidos lujosamente, como relatan los retratos familiares que se observan de la época. La gente más humilde utilizaba prendas más simples y prácticas, en fibras como lino, algodón, lana y tejidos menos gruesos. Los niños más humildes utilizaban trapos hechos a mano o ropajes hechos de lana y algodones rústicos.

A fines del siglo XVII recién podemos empezar a notar que el vestuario infantil toma algo de distancia con el vestuario de adultos. Este no resultaba cómodo para el cuerpo de los niños. Así es como en los cuadros de la época podemos empezar a notar a las niñas con vestidos simples con algún detalle en la cintura, y a los niños con camisetas abiertas en el cuello.

Siglo XVIII

Rousseau, en el libro “Emile”, del año 1762, habla no solo de cómo criar de manera correcta a los niños, sino que también se refiere al vestir.
Comenta que los miembros en crecimiento de un niño deben tener libre movimiento dentro de su ropa. Nada debe ajustarles demasiado, cosa de no detener su circulación ni causar calambres. No deben haber cinturones ni nada que los presione o limite sus movimientos. La ropa mas simple y cómoda, la que les de mas libertad, la que ellos prefieran.
Esto nace ya que los adultos en aquella época cargaban pesadas armaduras, que construían desde dentro el vestuario. Los niños, por estar en época de crecimiento, debían tener un vestuario acorde al momento que vivían. Prendas sueltas y cómodas, que les permitan moverse libremente.
Fue así como se comenzó a utilizar telas más suaves...